HISTORIA
DE LOS CUIDADOS INTENSIVOS
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Los primeros indicios de lo que posteriormente han llegado a ser las unidades de cuidados críticos, aparecieron en los años 30 en Alemania con la preparación de locales destinados al tratamiento de los recién operados. Posteriormente las epidemias de poliomielitis en los años 1947 a 1952 obligaron a concentrar los pacientes con parálisis respiratoria en unidades llamadas de "respiración artificial". Estas primeras unidades de respiración artificial fueron desarrollados en Dinamarca, en Suecia y en Francia. Los inicios de los cuidados intensivos tal como se conoce actualmente, se dieron en los años 50 en el campo quirúrgico, al reunir a los recién operados en las llamadas unidades de vigilancia en las mismas clínicas quirúrgicas. Muy pronto evolucionaron estas unidades a un campo de actuación casi específico de los anestesistas, a los que se les encomendó la vigilancia y mantenimiento de las funciones vitales, no sólo durante la operación, si no también en el periodo postoperatorio. Los experimentos de concentración de estos operados graves, dieron tan buenos resultados que pronto se dejó sentir la necesidad de reunir y tratar en estas unidades de vigilancia a los no operados y a otros enfermos graves no operables. Siguieron después los esfuerzos de otras especialidades por seguir los ejemplos de los cirujanos y reunir a sus enfermos graves, vitalmente amenazados para vigilarlos y tratarlos intensivamente. Con los grandes avances de la medicina intensiva se desarrollaron paulatinamente las exigencias al personal y a la dotación técnico-instrumental de estas unidades de cuidados intensivos. El aumento progresivo de los costes de la investigación y el mantenimiento de estas unidades, hicieron imposible instalar todas las unidades intensivas deseables, con lo que en la actualidad los grandes y medianos centros hospitalarios cuentan como mínimo con una unidad de cuidados intensivos que abarcan tanto a pacientes graves operados como no operados. |