Cuando las
UCIs aparecieron hace 30 años, la mayor parte de los signos vitales eran
monitorizados intermitentemente por la enfermera y no había posibilidad
de registro continuo.
La
explosión en el uso de los ordenadores y otras tecnologías en las década
pasada ha significado un cambio importante en las UCIs: casi todos los signos
vitales pueden ser ahora monitorizados de manera segura y
de forma continua. Así, se realiza de rutina la monitorización continua de
frecuencia cardiaca, ECG, Presión arterial, ritmo y forma respiratorias,
oxigenación y niveles de dióxido de carbono.
Además de
esta monitorización continua, existe la monitorización intermitente, por
ejemplo, como cuando determinamos la temperatura axilar cada 4 horas, o la tensión arterial cada 2 horas.
En este tema diferenciaremos
entre monitorización no invasiva con parámetros como la temperatura,
frecuencia respiratoria, electrocardiograma, etc y monitorización
invasiva, para la cual tenemos que insertar un catéter
intravascularmente. A esta monitorización también se le conoce como
monitorización hemodinámica, ya que los valores que aporta refieren
datos sobre el funcionamiento vascular y cardiaco principalmente. |