MODALIDADES
 

Como veremos, la ventilación a presión positiva puede causar una serie de problemas. Por ello, además de la ventilación en la que los ciclos se efectúan enteramente a presión positiva (ventilación controlada), es decir, aquellas en las que el paciente no realiza ningún esfuerzo sino que todo el trabajo lo hace la máquina, existen otros tipos de ventilación que intentan reducir los efectos de esta presión positiva en el organismo.

En una de ellas, el paciente comienza la inspiración y a continuación la máquina completa el ciclo a presión positiva (ventilación asistida), es decir la máquina asiste o ayuda al paciente a completar el ciclo.

Hay otras formas en las que el paciente respira espontáneamente y sólo de vez en cuando el respirador le envía algunos ciclos a presión positiva (ventilación mandatoria intermitente).

Utilizar una u otra, depende siempre del estado de salud del paciente y de sus necesidades.

Gracias a los avances tecnológicos las nuevas generaciones de respiradores, han incorporado variaciones y combinaciones de diversas formas, con lo que se mejora día a día las posibilidades de la ventilación mecánica reduciendo sus efectos negativos.

 

A continuación veremos con mas detenimiento estas modalidades:

 

Ventilación controlada

En esta modalidad el paciente no lleva a cabo ningún esfuerzo inspiratorio, sino que la fase inspiratoria se efectúa enteramente a presión positiva por la máquina. El paciente sigue el ritmo impuesto por el ventilador o respirador. El volumen minuto,  es el establecido por el ventilador. Se utiliza en casos de apnea, relajación farmacológica o cuando no conviene que el paciente realice esfuerzos respiratorios (en este caso debe procederse a sedación)

 

Ventilación asistida

El ventilador reconoce el esfuerzo inspiratorio del paciente (presión negativa) y responde enviándole los gases a presión positiva, es decir la fase inspiratoria la desencadena el paciente y es el quien determina la frecuencia y el volumen minuto.

 

Ventilación mandatoria intermitente

El paciente en esta modalidad respira espontáneamente. En caso en que el paciente no realice el volumen minuto programado, el ventilador desencadena los ciclos necesarios para conseguirlo. Es una modalidad muy utilizada como forma de deshabituación o supresión de la misma.

 

Ventilación con peep.

Cualquiera de las modalidades anteriores puede ser usada añadiéndole una PEEP, es decir una presión positiva al final de la espiración, PEEP (positive end-expiratory pressure).

La finalidad es aumentar la capacidad residual funcional (CRF), es decir la cantidad de gas que queda dentro del alvéolo al final de la espiración, pretendiendo con ello aumentar el tiempo de intercambio gaseoso y por otro lado evitar el colapso alveolar, mejorando así la hipoxia, que presentaban algunos enfermos difíciles de ventilar; también favorecía con ello no utilizar Fi02 altas.

Este tipo de ventilación permite que la presión en las vías aéreas nunca llegue a cero, siempre es positiva.

La euforia inicial hizo que se utilizase para todo tipo de patología y de enfermos. Viéndose posteriormente que aumentaba enormemente los efectos secundarios que ya de por sí tenía la ventilación mecánica. Efectos secundarios que ya veremos en profundidad.

Hoy se utiliza sólo en determinadas patologías como el edema agudo de pulmón, que no responde rápidamente a la Ventilación Mecánica normal; en el Distress respiratorio del adulto; y en aquellos casos de hipoxia refractaria a Ventilación Mecánica con Fi02 mayor de 50-60 % .