OXIGENACIÓN

 

La correcta oxigenación depende de dos sistemas, el circulatorio y el respiratorio.

  • Comenzar el turno revisando el ventilador, las alarmas, los parámetros y las conexiones.

  • Verificar que están a mano el Ambú, caudalímetro y alargaderas, y que todo el equipo funciona.

 

 

 

Ambu o Balón de reanimación

  • Observar la tolerancia del paciente al tubo y al tratamiento ventilatorio.

  • Comprobar la colocación de la sonda nasogástrica y del tubo endotraqueal, marcándolo a nivel de la comisura labial con un rotulador.

  • Verificar la presión del pneumotaponamiento

  • Verificar por turno la permeabilidad de la sonda nasogástrica y la existencia de peristaltismo intestinal. (Los pacientes sometidos a ventilación mecánica son susceptibles de portar sonda nasogástrica para el tratamiento local de las úlceras gástricas por estrés y para la alimentación enteral)

  • Mantener, si es posible al paciente semincorporado en la cama

  • Aspirar el contenido de la cavidad oral evitando la acumulación de secreciones, aplicar un antiséptico bucal y vaselina en los labios.

  • Cambiar la cinta de sujeción del TET evitando los puntos de presión continuos.

  • Realizar la higiene de los ojos con suero salino isotónico, manteniéndolos húmedos.

  • Extremar las medidas de asepsia en las maniobras de aspiración, utilizando una sonda en cada aspiración (no reintroduciéndola) y aspirando al retirarla. La aspiración no debe superar los 15 segundos.

  • Realizar fisioterapia respiratoria según las necesidades del paciente.

  • Observar la tolerancia del paciente al tratamiento ventilatorio, si existen problemas actuar de inmediato.

  • Registrar los parámetros del respirador en la hoja de control

 

En los modos de ventilación parcial o destete, vigilar especialmente la frecuencia respiratoria, el volumen corriente, la clínica y el comportamiento del paciente, en busca de signos que indiquen agotamiento del paciente