INTRODUCCIÓN

 

La reanimación cardiopulmonar (RCP), es el conjunto de maniobras encaminadas a revertir la situación de PCR, evitando la muerte biológica por lesión irreversible de los órganos vitales, especialmente el cerebro.

La parada cardio-respiratoria (PCR), es definida por la interrupción brusca e inesperada de la circulación y de la ventilación. Al decir inesperada estamos expresando también que es potencialmente reversible. No se considera parada PCR el hecho esperado de un enfermo terminal.

El pronóstico de la PCR es sombrío a pesar de haberse conseguido mejoras notables. Con el fin de mejorar el pronóstico, los protocolos de actuación ante la parada cardiorrespiratoria, son objeto de revisiones y recomendaciones regularmente puestas al día por la AMERIAN HEART ASSOCIATION y la EUROPEAN RESUCITATION COUNCIL, basándose en análisis de estudios experimentales y clínicos que son publicados sobre este tema.

Fases de la RCP

  1. RCP Básica: El objetivo es el de sustituir las funciones circulatorias y respiratorias en el paciente en parada cardiorrespiratoria. No se necesita ningún material en especial y la pueden llevar a cabo toda persona después de recibir la formación básica sobre las maniobras

  2. RCP avanzada: El objetivo como hemos comentado previamente no es el de sustituir, sino restaurar o revertir definitivamente la parada cardiorrespiratoria. Se necesita un material específico para llevarla a cabo y además debe ser realizado por personal cualificado para ello.

  3. Cuidados post-resucitación: Son cuidados que van a necesitar los pacientes que han sufrido una parada cardiorrespiratoria, centrados básicamente en disminuir las secuelas neurológicas causadas por la hipoxia cerebral

 

La RCP avanzada es la que se realiza para el tratamiento definitivo de la PCR hasta el restablecimiento de las funciones respiratorias y cardiacas con la ayuda de equipo auxiliar, técnicas especiales y personal cualificado.

El éxito de la RCP va a depender de varios factores:

  • Características de la víctima, antecedentes personales.

  • De la rapidez de la instauración de las primeras medidas de reanimación.

  • De la cualificación del personal reanimador y la correcta aplicación de las técnicas de reanimación.

 

Entre los ritmos cardiacos registrados en una PCR encontramos:

  • Fibrilación ventricular: Es una de las causas principales de muerte súbita del adulto. Su pronóstico depende de la precocidad del tratamiento (desfibrilación).

  • Taquicardia ventricular sin pulso: Es similar en cuanto al pronóstico y tratamiento a la fibrilación ventricular.

  • Asistolia: Es de peor pronóstico, pues traduce un sufrimiento miocárdico importante, ya sea en relación con la enfermedad subyacente o bien porque sea la consecuencia de una fibrilación inicial y entonces implica una PCR prolongada

  • Disociación electromecánica (DEM) o actividad eléctrica sin pulso (AES): Es la persistencia de actividad eléctrica normal pero sin ninguna actividad mecánica. Los complejos QRS son estrechos, pero no hay pulso.

 

Myerbourg y cols. han estudiado el diferente pronóstico según el ritmo cardiaco observado en la PCR y así en la fibrilación ventricular encuentran el mayor porcentaje de supervivencia frente a la asistolia, donde el porcentaje es menor.