EXTRACCIÓN DIGESTIVA BAJA.
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Existen básicamente tres métodos: 1. Aspiración duodenal continua. 2. Administración de sustancias absorbentes. En general carbón activado. 3. Aceleración del tránsito intestinal con catárticos.
Poco utilizado por la dificultad de su puesta en práctica y por sus escasas indicaciones como la A. phalloides y por intoxicación severa con digoxina.
Es el absorbente más simple eficaz e inocuo. Se obtiene por pirólisis de materiales orgánicos, en general pulpa de madera. Absorbe de forma efectiva la gran mayoría de agentes tóxicos, cuando es administrado precozmente dentro de los primeros 60'. Aunque en la práctica su utilización queda limitada a las 4h posteriores a la ingesta del tóxico, ya que hay muchos factores que pueden influir (contenido gástrico alimentario, enlentecimiento de la motilidad intestinal, hipotensión). Los problemas que puede producir son la aparición de constipación e incluso una obstrucción intestinal, por lo que deberá asociarse a un catártico y la broncoaspiración de carbón junto a contenido gástrico. También puede interferir con la administración de antídotos. No modificará la capacidad emética del jarabe de ipecacuana, pero este produce intolerancia del carbón durante 1 a 2 horas. Dosificación:
Debido a que se ha demostrado, en algunas intoxicaciones, que dosis repetidas pueden incrementar la eliminación del tóxico a nivel de la luz intestinal, continuaremos con dosis de 25gr en 150ml de agua cada 2h durante 2 días. La administración de carbón activado se realizará una vez practicado el vaciado de estómago.
Tienen su indicación como terapia acompañando al carbón activado a fin de evitar la constipación y reducir la absorción del tóxico, ya que su administración acelera el tránsito intestinal. Contraindicado en ingesta de cáusticos y corrosivos. Como ejemplo están el Sulfato de magnesio y el Sorbitol Pueden producir alteraciones hidroelectrolíticas. |