CUIDADOS DURANTE EL TRANSPORTE. TRANSFERENCIA AL HOSPITAL

 

Esta fase comienza cuando se tiene al paciente de forma estable para realizar el viaje hacia el centro hospitalario donde vayamos a hacer la transferencia, por lo que iniciamos la movilización hacia el habitáculo de la ambulancia (si es que no estábamos previamente en su interior), siendo realizada siempre bajo la estricta supervisión de personal cualificado y experto, que decidirá en cada una de las situaciones la forma ideal de colocación del paciente, dependiendo de su situación clínica, dado que no es lo mismo trasladar a un paciente crítico con síntomas de insuficiencia cardiaca, que a otro con síntomas de una insuficiencia respiratoria ó un politraumatizado por poner algunos ejemplos.

La colocación del paciente variará según su situación clínica, eligiendo la posición más favorable.

  • Decúbito supino con tronco incorporado (90º), en casos de insuficiencia respiratoria.
  • Decúbito supino con piernas elevadas (Trendelenburg), en casos de hipotensión y shock.
  • Decúbito supino con piernas en un plano inferior al de la cabeza (antitrendelenburg), si se sospecha hipertensión intracraneal y en casos de traumatismo cráneo encefálico.
  • Decúbito supino con tronco semiincorporado (45º) en paciente sin las alteraciones clínicas vistas en los demás apartados, paciente estándar.
  • Decúbito lateral izquierdo, en gestantes a partir del 6º mes.
  • Decúbito supino puro, sin almohadas ni elevaciones, en todo paciente traumatizado.
  • Sentado en pacientes con disnea de origen cardiaco (I.C. ó E.A.P)
  • Decúbito lateral en posición de seguridad, en pacientes con bajo nivel de conciencia, ó con presencia de vómitos continuos.
  • Decúbito supino con colocación de una almohada ó similar bajo las rodillas, en casos de sintomatología abdominal
  • Posición genupectoral, en aquellos caso de parto con problemas

 

Una vez que tengamos al paciente en la posición ideal para realizar el traslado dentro del habitáculo de la ambulancia, comprobaremos rigurosamente, paso a paso cada uno de los accesorios que tenga el mismo con objeto de asegurar y fijar todos aquellos elementos ajenos al paciente y que pueden movilizarse durante la marcha:

  • Fijar la camilla en su rail correspondiente.
  • Fijar los equipos de infusión y fluidoterapia en los soportes correspondientes, verificando su permeabilidad.
  • Colocar los equipos de monitorización y ventilación en sus soportes correspondientes, bien sujetos y siempre a la vista.
  • Comprobar permeabilidad y estabilidad de tubo endotraqueal (si hubiera), asegurándonos de su sujeción y de la conexión a la fuente de oxígeno, comprobando al mismo tiempo el funcionamiento de la bombona de oxígeno así como de su capacidad.
  • Comprobar los tubos de drenaje, tanto vesical como nasogástrico, fijándolos con seguridad para evitar su salida durante el traslado; la sonda vesical la fijaremos en la pierna del paciente para evitar tracciones involuntarias y la sonda nasogástrica deberá fijarse al tubo endotraqueal si lo tuviera ó a la nariz. Además deberán ser sustituidas las bolsas colectoras con objeto de facilitar la medición antes de llegar al centro de transferencia.

 

Debemos tener en cuenta que una vez que comencemos la marcha hacia el hospital de referencia el paciente recibirá los mismos cuidados que pudiera recibir en cualquier centro hospitalario, tratándose como es el caso de pacientes críticos, por lo que tendremos que mantener las medidas de monitorización, vigilando, controlando y modificando si fuera necesario, así como manteniendo todo el soporte terapéutico que hubiéramos iniciado, llegando incluso a detener la marcha de la ambulancia las veces que consideremos necesarias en aras a conseguir una mayor estabilización del paciente ó para iniciar cualquier procedimiento terapéutico que requiera inmovilidad del vehículo.

Como norma muy general podríamos decir, que en todo paciente crítico que vayamos a trasladar deberemos vigilar:

 

  • Monitor E.C.G., seleccionando aquella derivación donde mayor amplitud observemos en la onda P.
  • Tensión arterial, con aparatos automáticos a ser posible.
  • Diuresis.
  • Balas de oxígeno y conexiones.
  • Saturación arterial de oxígeno mediante el Pulsioxímetro.
  • Líquidos administrados (a ser posible en envase de plástico ya que en caso de necesitar un mayor aporte podremos aumentar el flujo mediante compresión, y no producirían daño en el hipotético caso de caída accidental sobre el enfermo.
  • Vías canalizadas (fijando con venda al brazo y usando llave de tres pasos, para facilitar la administración de medicamentos IV directos), catéteres.
  • Monitorización respiratoria, en caso de paciente intubado, vigilaremos frecuencia respiratoria, volumen tidal, FIO2, PEEP, y mezcla o no de aire.

 

En cuanto al tipo de conducción que debemos prever durante el traslado variará igualmente en función al tipo de enfermo que llevemos, ya que en algunos casos será necesario realizarlo a mayor velocidad de lo habitual, como por ejemplo en aquellos casos de necesidad de procedimientos quirúrgicos urgentes, mientras que en otros deberemos eludir las sacudidas y la megafonía, en todo caso este apartado deberá ser conocido por el equipo e informado al conductor del tipo de conducción que deseamos.

Todas las maniobras realizadas, medicamentos administrados, curas, vendajes, parámetros de ventilación, es decir todo lo realizado con el paciente así como las incidencias dignas de reseñar deberán ser registradas en una hoja a tal efecto, se denomine hoja de traslado, hoja clínica o ficha básica de emergencia, con objeto de facilitar la transmisión de la información con el servicio médico receptor del paciente.

De la misma forma resulta necesario mantener una comunicación con el centro coordinador de emergencias informando de todas las incidencias del traslado, así como de las consultas necesarias y de todo aquello protocolizado en los servicios de emergencia extrahospitalarios y que es motivo de otro capítulo. A reseñar que mientras efectuamos las transmisiones deberemos preservar la intimidad del paciente y evitaremos todo comentario ó juicio de valor que pudieran afectarle de alguna manera.

La transferencia del paciente termina cuando éste se encuentra en la cama del hospital habiendo entregado y explicado al médico receptor toda la información de que disponemos y dicho médico se haga responsable de él.