5. Movimientos oculares.

Se exploran los movimientos oculares espontáneos y los provocados por el giro de la cabeza del paciente (reflejos óculo-cefálicos), y por la instilación de agua helada por uno de los conductos auditivos (reflejos óculo-vestibulares).

Si en los primeros, al girar la cabeza bruscamente sigue mirando hacia delante, implica que tiene conservados los reflejos a nivel del tronco cerebral; y en los segundos, al introducir agua fría por un conducto auditivo, los ojos miran hacia el lado irrigado si el tronco cerebral está conservado.

Los movimientos de la cabeza para observar los reflejos óculo-cefálicos no se deben realizar si hay sospecha de lesión de columna cervical.

TRONCO DEL ENCÉFALO DAÑADO