ORIGEN Y DESARROLLO DEL MOVIMIENTO HOSPICE Y DE CUIDADOS PALIATIVOS

 

Hospice es una palabra inglesa derivada del latín (Hospes-itis) que significa huésped, y en castellano lo traducimos como Hospicio. Eran casas para albergar y recibir peregrinos, pobres y así surgieron los primeros hospices medievales: lugares hospitalarios donde se recogían forasteros y peregrinos para reponerse del viaje, comer, beber, dormir.

Algunos estaban tan enfermos que morían allí y esto nos puede explicar la relación con los Hospices modernos.

Históricamente, la primera vez que se utiliza la palabra hospice fue en Francia (Hospice o Calvaire) para referirse al cuidados de los pacientes murientes. En esta época se funda las “Dames de calvaire", en Lyón 1842.

A finales del s. XIX las hermanas irlandesas de la caridad fundan “Our lady`s Hospice” en Dublín, dedicado solamente a pacientes incurables y murientes.

En 1905 se pone en marcha “St Josephs Hospice" en Londres.

El concepto de Hospice como actualmente lo conocemos surge con Cicely Saunders en 1967 cuando fundó el “St Cristopher´s Hospice” Este centro ofrecía diferentes sistemas de cuidados: unidades de ingreso, cuidados en el domicilio, unidad de día. A todo esto se le llamó movimiento Hospice.

El St Cristopher´s es actualmente referencia obligada de los cuidados paliativos. Trabajando en sus salas se impregna uno del llamado “ESPIRITU HOSPICE”, actitud de cuidar y de respeto profundo al ser humano.

La idea pionera de Atención Integral al enfermo terminal es actualmente la piedra angular de la filosofía de los cuidados paliativos. Cuidar integralmente supone considerar también a la familia como una unidad a tratar junto al paciente. Es obvio que no se trata solamente de controlar síntomas, sino de cubrir todas las necesidades básicas.

En 1975 fue la primera vez que se usó la palabra "Paliativo" aplicado al cuidado tipo Hospice: Balfour Mount fundó el “Servicio de cuidados paliativos del Royal Victoria Hospital de Montreal”. El término de cuidados paliativos abarca mas conceptos ya que se incluyen los cuidados que se aplican en hospitales, domicilio, programas, investigación, formación…etc.

Posteriormente en 1987 se reconoce en Inglaterra la Medicina Paliativa como especialidad médica y de enfermería.

El movimiento Hospice llegó a España de la mano de Rubén Bild (1982-84) con su experiencia pionera en el hospital Universitario Marqués de Vallecilla de Santander.

En 1989 en Cataluña, Xavier Gómez Batiste y Joseph Porta crean las unidades de cuidados paliativos de la Cruz Roja y en el mismo año Marcos Gómez funda la unidad de cuidados paliativos del Sabinal en las palmas de gran canarias.

En 1992 se crea la SECPAL (Sociedad Española de Cuidados paliativos) en Madrid.

Actualmente en Andalucía ya existen 39 recursos de cuidados paliativos repartidos en tres unidades de cuidados paliativos hospitalarias, equipos de soporte, y equipos de atención domiciliaria. En la actualidad este movimiento es imparable dando lugar a la creación de diversas unidades en todos los puntos de España, todos con un mismo objetivo:

 “Proporcionad calidad de vida al enfermo muriente y a la familia”

Instrumentos:

  • Equipo interdisciplinar: El equipo interdisciplinar es muy importante en el movimiento o espíritu hospice. Es fundamental para ofrecer una atención integral al paciente y familia. Normalmente está constituido por médicos, enfermeras, terapeutas, psicólogos, etc.
  • Tiempo: El tiempo es imprescindible, tener tiempo y no ir con prisa en la comunicación con el enfermo y familia, es fundamental. Esta actitud nos ayudará a aplicar mejor los cuidados y detectar mejor las necesidades de ambos.
  • La verdad: El paciente debe saber la verdad sobre su padecimiento y ser partícipe de las decisiones sobre sus cuidados. Hay que averiguar lo que sabe y lo que quiere saber.

La palabra "paliar" significa significa aliviar sufrimiento cuando la cura no es posible, pero hay que tener en cuenta que implica aumentar calidad de vida, no la cantidad de vida.

Los cuidados paliativos aporta una continuidad asistencial para la prestación de unos cuidados integrales al paciente y a sus cuidadores hasta la muerte del paciente y tras ella, durante una etapa de duelo limitada y no patológica a la familia.