ASEGURAR LAS FUNCIONES VITALES |
En el paciente en coma es básico el mantener aseguradas las tres prioridades de todo paciente: A (vía aérea), B (respiración) y C (circulación). Si no tenemos bien oxigenado al paciente y no le mantenemos en una situación hemodinámica adecuada su cerebro va a sufrir un daño añadido muy importante. a) El manejo de la vía aérea. Es fundamental que la vía aérea esté despejada, por lo que será necesario retirar la dentadura postiza si la hubiere, y aspirar las secreciones; con frecuencia hay obstrucción por la lengua y en este caso puede ser necesario el colocar una cánula orofaríngea (cánula de Mayo o Guedell) o nasofaríngea, aunque en general, si el paciente está en coma con un Glasgow inferior a 9 o con el reflejo tusígeno abolido, se suele intubar para prevenir las aspiraciones. b) Ventilación Es muy importante comprobar que el paciente está ventilando adecuadamente y que se encuentra bien oxigenado. Normalmente los pacientes en coma profundo requieren intubación y ventilación mecánica. Se debe intentar mantener una PO2 superior a 80-100 mmHg y una PCO2 inferior a 40 mmHg, y con frecuencia se requiere hiperventilación y mantener la PCO2 más baja para el manejo de la hipertensión intracraneal, ya que el aumento de la PCO2 produce vasodilatación. c) Circulación Por supuesto hay que descartar que el paciente en coma no esté en parada cardiorrespiratoria (asegurarse de que tiene pulso y ventila), y por otro lado, es muy importante para su cerebro el mantener un flujo cerebral adecuado, para lo cual es imprescindible: a) mantener una tensión arterial adecuada (suele ser muy dañina la hipotensión para estos pacientes); b) mantener una buena frecuencia cardiaca, especialmente tratar bradiarritmias y observar la presencia de arritmias ventriculares; c) mantener un buen nivel de hematocrito y de hemoglobina en la sangre, para transportar suficiente oxígeno a los tejidos. Para ello puede ser necesario el administrar líquidos, fármacos vasoactivos y transfundir al paciente.
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