UNIDAD 9

 

HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA

 

A. TEXTO

El año 1492 inicia la Edad Moderna en España. Al descubrimiento de América se une la unificación del territorio tras la expulsión de los últimos musulmanes del reino nazarí de Granada. Son años marcados por la política exterior e interior de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando.

 

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CUADRO GENEALÓGICO (CARLOS I)

 

El descubrimiento, la conquista y la colonización del nuevo continente marca estos siglos. El vastísimo imperio ultramarino que fueron agrandando conquistadores como Hernán Cortés (imperio azteca) o Francisco Pizarro (imperio inca) fue necesitando cada vez más la atención de los reyes. La Casa de Contratación de Sevilla o el Consejo de Indias se convirtieron en los instrumentos peninsulares con los que controlar el imperio. En el nuevo continente, por su parte, los virreinatos se convirtieron en la mayor división administrativa del territorio. Desde entonces, las riquezas americanas entraron en Europa a través de España, financiando gran parte de los gastos del Imperio y provocando, de paso, la inestabilidad económica.

 

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PORTULANO

 

Carlos I de España (también conocido como Carlos V de Alemania), hijo de Juana La Loca y Felipe el Hermoso se convertía así, en 1917, en emperador de un enorme territorio tanto americano como europeo. Por parte de madre heredaba los territorios americanos y peninsulares de los Reyes Católicos, además de Cerdeña, Nápoles y Sicilia. Por parte de padre recibe los estados de la Casa de los Austrias y los derechos dinásticos sobre el imperio alemán, además de Flandes, Luxemburgo y el Franco Condado. Los Austrias, o Habsburgos, se convertían en la nueva dinastía hispánica.

 

 

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RETRATO DE CARLOS I-V

 

El siglo XVI estuvo dominado básicamente por dos reyes, los llamados austrias mayores, Carlos I y Felipe II. Las guerras se suceden en la búsqueda y el mantenimiento de la hegemonía en Europa, especialmente contra la Francia de Francisco I. En 1556 abdica Carlos I, dividiendo sus posesiones entre su hermano Fernando, quien recibe los derechos sobre el Sacro Imperio Romano Germánico, y su hijo Felipe, que recibe el resto. Éste reinará con el nombre de Felipe II, convertido en el hombre más poderoso de toda Europa. Su reinado estuvo también marcado por las continuas guerras europeas. Restablecida la paz con Francia, los nuevos frentes se abren en torno al control del Mediterráneo, disputado por los turcos y finalmente zanjado del lado de los cristianos en la batalla de Lepanto; por la sublevación de los Países Bajos; por la anexión de Portugal, al quedar vacante el trono tras la muerte de Don Sebastián; y por la guerra con Inglaterra por el control del mar, y contra la que se frustró la formidable “Armada Invencible”.

 

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MAPA ESPAÑA

 

Los Austrias menores, Felipe III, Felipe IV y Carlos II ocupan el siglo XVII. El primero de ellos reinó entre 1598 y 1621, y llevó a cabo una política pactista en el exterior, como consecuencia de la bajada de tensión entre los reinos europeos y los problemas financieros de la Hacienda española. En el interior se dejó notar la aparición de un nuevo personaje en la corte, la figura del valido, un hombre de confianza del rey que llegó a concentrar el pleno poder político. El duque de Lerma inaugura esta lista de nuevos personajes poderosos. En 1609 se llevó a cabo la expulsión de los moriscos.

 

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EL ESCORIAL

 

Felipe IV delegó el poder en manos del conde-duque de Olivares. Su reinado, que duró hasta 1665, estuvo marcado por la Guerra de los Treinta Años, en un intento frustrado y caro de mantener la hegemonía europea, y por los continuos conflictos internos. La guerra, iniciada en 1618 y finalizada en la Paz de Westfalia, en 1648, supuso un duro revés para el prestigio de los invencibles ejércitos españoles en el continente. De ahí en adelante será Francia quien imponga su hegemonía continental, al tiempo que Inglaterra y Holanda se harán cargo del marítimo. Los intentos de reforma interior chocaron con la oposición de las distintas regiones.  En 1668 Portugal recuperaba su independencia.

Y Carlos II, rey entre 1665 y 1700, es el último de los Austrias españoles. Enfermo y apocopado, su reinado estuvo ejercido por distintos hombres que protagonizan una continua inestabilidad política. La falta de descendencia real planteó el problema sucesorio en torno a dos posibles candidatos: el archiduque Carlos de Austria y el Borbón Felipe de Anjou. En su testamento, Carlos se inclinaba por el francés, abriendo así un nuevo conflicto, la Guerra de Sucesión, que marcará los primeros años del nuevo siglo con un carácter tanto nacional como continental.

 

La entronización de los Borbones en la figura de Felipe V inaugura el siglo XVIII. Le sucederán Fernando VI (1746-1759), Carlos III (1759-1788) y Carlos IV (1788-1808). La política exterior de todos ellos varió mucho respecto a Francia, convertida ya en aliada mediante los Pactos de Familia. Inglaterra y su cada vez más global control marítimo era el nuevo enemigo, y los contados conflictos del siglo la tendrán como objetivo, tanto la Guerra de los Siete Años como la de independencia de los Estados Unidos.

 

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CARLOS III

 

Con los Borbones también llegó el reformismo. Frente a la descentración de los Austrias, éstos implantan a lo largo del siglo medidas centralizadoras encaminadas a la unificación de todos los asuntos nacionales, desde los territoriales hasta los impositivos. Se suprimieron los consejos territoriales y se profesionalizaron las secretarías, antecedentes de los actuales ministerios. Cobra carta de naturaleza las Cortes Generales, y se despliega el poder de los reyes absolutistas, afectando incluso a las relaciones con la Santa Sede, a la que se consigue supeditar en muchos aspectos a la autoridad real.

 

El espíritu ilustrado estuvo como trasfondo de muchas de estas medidas. La preocupación por los asuntos económicos será constante. Aparecen instituciones como las Sociedades Económicas de Amigos del País, encargadas de reactivar los sectores económicos locales a la luz de las nuevas ciencias. Algo se va moviendo en los pilares de la sociedad moderna. Las últimas décadas del XVIII suponen un alineamiento con los cambios fundamentales que operaban en Europa. La contemporaneidad estaba a punto de nacer.


B. BIBLIOGRAFÍA

Domínguez Ortiz, A. 2000. España, tres milenios de historia. Marcial Pons, Madrid.

Domínguez Ortiz, A. 1988. Sociedad y Estado en el siglo XVIII español. Ariel, Barcelona.

García de Cortázar, F. y González Vesga, J.M. 1994: Breve Historia de España. Alianza, Madrid.

Lynch, J. 1991. El siglo XVII. Editorial Crítica, Barcelona.

Martínez Ruiz, E., Maqueda, C. y Diego, E. 1999. Atlas Histórico de España I, Istmo, Madrid, 1999.

 


C. DOCUMENTOS

Capitulaciones de Santa Fe:

Las cosas suplicadas y que Vuestras Altezas dan y otorgan a D. Cristóbal Colón en alguna satisfacción de lo que ha de descubrir en las mares Oceánicas, del viaje que ahora, con la ayuda de Dios, ha de hacer por ellas en servicio de Vuestras Altezas, son las que siguen:


Primeramente, que Vuestras Altezas, como señores que son de las dichas mares Océanas, hacen desde ahora al dicho D. Cristóbal Colón su Almirante en todas aquellas islas y tierras firmes que por su mano o industria se descubrieren o ganaren en las dichas mares Océanas, para durante su vida, y, después dél muerto [de muerto él], a sus herederos o sucesores, de uno en otro perpetuamente, con todas aquellas preeminencias y prerrogativas pertenecientes al tal oficio, según que D. Alonso Enríquez, vuestro Almirante mayor de Castilla, y los otros predecesores en el dicho oficio, lo tenían en sus distritos. Place a Sus Altezas. Juan de Coloma.


Otrosí, que Vuestras Altezas hacen al dicho D. Cristobal Colón su visorrey [virrey] y gobernador general en las dichas islas y tierras firmes, que, como es dicho, él descubriere o ganare en las dichas mares, y que para el regimiento de cada una y cualquiera de ellas haga elección de tres personas para cada oficio, y que Vuestras Altezas tomen y escojan uno, el que más fuere su servicio, y así serán mejor regidas las tierras que nuestro Señor le dejare hallar y ganar a servicio de Vuestras Altezas. Place a Sus Altezas. Juan de Coloma.

Item, que todas y cualesquiera mercaderías, siquier sean perlas preciosas, oro o plata, especiería y otras cualesquier cosas y mercaderías de cualquier especie, nombre y manera que sean que se compraren, trocaren, hallaren, ganaren y hubieren dentro de los límites del dicho almirantazgo, que desde ahora Vuestras Altezas hacen merced al dicho D. Cristóbal, y quieren que haya [tenga] y lleve para sí la décima parte de todo ello, quitadas las costas que se hicieren en ello; por manera que de lo que quedare limpio y libre haya y tome la décima parte para sí mismo y haga de ello su voluntad, quedando las otras nueve partes para Vuestras Altezas. Place a Sus Altezas. Juan de Coloma.

Otrosí, que si a causa de las mercaderías que él traerá de las dichas islas y tierras, que así, como dicho es, se ganaren y descubrieren, o de las que en trueque de aquellas se tomaren acá de otros mercaderes, naciere pleito alguno en el lugar donde el dicho comercio y trato se tendrá y hará, que si por la preeminencia de su oficio de Almirante le pertenece conocer de tal pleito, plega a Vuestras Altezas que él o su teniente, y no otro juez, conozca del pleito y así lo provean desde ahora. Place a Sus Altezas si pertenece a dicho oficio de Almirante, según lo tenían el dicho Almirante D. Alonso Enríquez, y los otros sus antecesores en sus distritos y siendo justo. Juan de Coloma.

Item, que en todos los navíos que se armaren para el dicho trato y negociación, cada y cuando y cuantas veces se armaren, que pueda el dicho D. Cristobal, si quisiere, contribuir y gastar la ochava [octava] parte de todo lo que se gastare en el armazón, y que también haya [tenga] y lleve provecho de la ochava parte de lo que resultare de la tal armada. Place a sus Altezas. Juan de Coloma.

Son otorgados y despachados, con las respuestas de Vuestras Altezas en fin de cada un capítulo, en la villa de Santa Fe de la Vega de Granada, a 17 de abril del año del nacimiento de Nuestro Salvador Jesucristo de 1492 años. Yo el Rey. Yo la Reina. Por mandato del Rey y de la Reina, Juan de Coloma. Registrada, Calcena.