UNIDAD 10
HISTORIA CONTEMPORÁNEA DE ESPAÑA
A. TEXTO
El reinado de Carlos IV coincidirá con los turbulentos acontecimientos que alumbraron en Francia el nacimiento de la contemporaneidad. Esos sucesos marcarán extraordinariamente la política interior y exterior española. Dentro, se pondrá fin al período de reformas que había caracterizado al siglo XVIII. Fuera, Francia pasará de ser inicial enemigo a convertirse en aliada contra Inglaterra. El poder estuvo delegado en Manuel Godoy, que centra las iras de la oposición, liderada por el propio heredero al trono, el futuro Fernando VII.
Los sucesos se precipitan y la estrecha alianza con Napoleón se convierte, en un engaño político sin precedente, en la invasión por sus ejércitos de la península ibérica. Eso provoca la llamada “Guerra de la Independencia” que, podríamos decir, marca en España el inicio de una edad histórica nueva.
FUSILAMIENTOS 2 DE MAYO (GOYA)
La guerra, iniciada con la insurrección de los madrileños el 2 de mayo de 1808, dividirá al país en dos. De un lado los partidarios del rey impuesto, el hermano de Napoleón, José I; de otro, los que luchan contra en ejército invasor y piden la liberación de Fernando VII, preso en Bayona. Se organiza un movimiento juntero de resistencia que organiza la lucha contra los franceses. Mientras, las colonias americanas empezarán a cuestionar la sumisión a la metrópolis e inician su propia independencia.
La ciudad de Cádiz se convirtió en el único lugar libre del dominio francés. Allí se reunirán las Cortes y darán a luz la primera Constitución en la historia de España, la de 1812, también llamada La Pepa por ser promulgada el día de San José (19 de marzo). Era un texto de corte liberal nacido de la voluntad de los representantes españoles y americanos. Con la vuelta de Fernando VII en 1814 la constitución será abolida y los liberales serán perseguidos.
FERNANDO VII
En 1820 triunfa un pronunciamiento militar y da comienzo el Trienio Liberal (1820-1823), una breve etapa en la que al rey no le queda más remedio que jurar la constitución. Los liberales emprenden entonces la obra de reformas políticas que quedó pendiente en 1814. Pero las alianzas legitimistas europeas organizan la intervención en España de los Cien Mil Hijos de San Luis para reponer a Fernando en el trono. Desde entonces y hasta su muerte en 1833, el rey Borbón inicia una década en la que se reanuda la persecución de los liberales.
La muerte de Fernando provoca un conflicto sucesorio entre los partidarios de Isabel, su hija, apartada del poder por una antigua ley (Ley Sálica) que su padre abolió en los últimos momentos de su vida, y los de su hermano Carlos. La primera tuvo que echarse en los brazos de los liberales para poder gobernar, no pudiendo evitar el inicio de una molesta y continua guerra que durará casi todo el siglo: las guerras carlistas.
LAS PROVINCIAS ESPAÑOLAS
Durante la minoría de edad de la futura reina Isabel II (1843-1968) serán regentes su propia madre, María Cristina, y el reputado militar Baldomero Espartero. Son años de disputas entre liberales moderados y progresistas, de medidas y leyes que agradan a unos y a otros y que finalmente no consiguen dar cuerpo al estado liberal que pretendían. Las reformas del reinado isabelino estuvieron aquejadas del mismo mal. Distintas administraciones ocupadas por Narváez, Espartero y O´Donell fueron constituyendo la centralización política, la reforma fiscal y la transformación económica del país.
Los nuevos poderes emergentes irán constituyendo un importante frente de oposición al sistema. El descontento se hace patente en los sucesos de septiembre de 1868, en que una revolución acaba con el gobierno moderado de Isabel II y deja paso al difícil Sexenio Revolucionario (1868-1874). Durante este período se suceden un gobierno provisional (1868-1870), una nueva monarquía, la de Amadeo I de Saboya (1870-1873) y la I República española (1873-1874). Bajo un nuevo texto constitucional, estos experimentos políticos no llegaron a encontrar un cauce adecuado. Los problemas internos y la falta de entendimiento entre las distintas tendencias fueron socavándolos.
CÁNOVAS DEL CASTILLO
Así las cosas, un viejo político conservador, Cánovas del Castillo, fue preparando en la sombra el regreso de los Borbones, pero esta vez en la persona de Alfonso, hijo de Isabel II, quien reinará con el nombre de Alfonso XII. El nuevo período, conocido como la Restauración, irá de 1875 a 1923, convirtiéndose en uno de los más largos de nuestra historia contemporánea.
La Restauración fue fruto de un pacto político de los dos grandes partidos, conservadores y liberales, para sucederse pacíficamente en el poder prescindiendo del resto. Así, las elecciones se sucedían sin ninguna credibilidad y dando el poder a quienes de antemano sabían que lo iban a recibir. Se pretendía dar estabilidad al régimen y conjurar así los peligros que acechaban: el problema carlista, el separatismo cubano, las peticiones del creciente movimiento obrero, las reivindicaciones autonomistas de las regiones, la inestabilidad política, etc. Todo ello tuvo un precio: la asunción del turnismo, la entronización del caciquismo, el amaño de las elecciones y, a la larga, el anquilosamiento de la vida política.
MADRID. ATOCHA Y EL TREN.
Durante esos casi cincuenta años ocurrió casi de todo. El cambio de siglo fue socavando el sistema canovista. Los partidos de la oposición fueron alcanzando la mayoría de edad; la guerra hispano-norteamericana y la pérdida de las últimas colonias sumió al país en una crisis de identidad; las fuerzas obreras sumaron la sensibilidad anarquista, con la fundación de CNT en 1909, al ya fundado PSOE y su brazo sindical, la UGT; los militares hacían sentir el ruido de sables; el problema de Marruecos restaba respaldo social a los distintos gobiernos; y las consecuencias de la I Guerra Mundial desbarataban el proceso industrializador iniciado años antes. Los gobiernos fueron cada vez más inestables y las fuerzas soterradas alcanzaron la superficie.
Así las cosas, en 1923 se recibe el golpe militar de Primo de Rivera como una posible salvación. Con los apoyos del ejército, la burguesía industrial y terrateniente y buena parte del clero, la dictadura se alargó hasta 1930. La victoria, después de desastrosas derrotas, sobre el caudillo marroquí Abd-El-Krin, animó al apoyo durante los primeros años. El nuevo ciclo económico sostuvo una importante gestión de inversión en obras públicas y cierto desarrollo de las actividades privadas. Ya al final de la década, la constitución de un único frente por parte de la oposición y el propio desapego del ejército al proyecto primorriverista condujeron a su dimisión en enero de 1930.
PROCLAMACIÓN II REPÚBLICA
Y tras un brevísimo gobierno provisional, el 14 de abril de 1931 se proclama la II República (1931-1939). Las reformas iniciadas en este periodo estaban llamadas a atender las demandas de una población que durante siglos había esperado un sistema político justo y equitativo. Convertidos en instrumentos de transformación, la nueva legalidad acomete las reformas agraria y educativa, la militar y autonómica, y las cuestiones sociales y religiosas, entre muchos otros temas. La labor desarrollada por un primer gobierno izquierdista fue desmontada por un segundo bienio de derechas. La situación política fue cobrando tensión. El alineamiento de las izquierdas era contestado con el de las derechas. En la trastienda, un nuevo golpe militar se urdía con los apoyos de parte del ejército y de las fuerzas tradicionales, la burguesía y la iglesia. El 18 de julio de 1936 se sublevaban las tropas de África al frente del general Franco y en la península hacían lo propio otros destacamentos. Se inicia así la Guerra Civil, un conflicto armado de tres años de duración que supuso el ensayo doméstico de lo que poco más tarde ocurriría en Europa entera, el choque de demócratas con fascistas.
FRANCISCO FRANCO
La guerra marcó demasiadas cosas en la vida de los españoles. A las numerosas pérdidas humanas y materiales provocadas por el conflicto se sumó un desenlace a favor de los sublevados. El nuevo régimen nacional-católico, antiliberal, antidemocrático y anticomunista, se basó en una estructura de partido único en la que el dictador asume todos los poderes del Estado. A una primera fase de aislamiento internacional (hasta 1950), siguieron otras de cierto aperturismo (la década de los cincuenta) y de desarrollismo (los sesenta). La dictadura de Franco (1939-1975) asoló el país de libertades y nos sumió en una noche de cuarenta años que acabó con la muerte del dictador. Necesariamente en tanto tiempo tuvieron que ocurrir cosas positivas para el país, como la recuperación y acelerada actividad económica de los años sesenta. Aún así, un régimen tan extemporáneo como el franquista sólo pudo suponer la sustracción del país a su propio destino junto al conjunto de países del entorno
B. BIBLIOGRAFÍA
Martínez Ruiz, E., Maqueda, C., Diego, E. 1999. Atlas Histórico de España II. Istmo, Madrid.
Nadal, J. 1986. El fracaso de la Revolución Industrial en España, 1814-1913. Ariel, Barcelona.
Nadal, J., Carreras, A. y Sudriá, C. (Compiladores) 1987. La economía española en el siglo XX. Una perspectiva histórica. Ariel, Barcelona.
Paredes J. (Coordinador) 1998. Historia contemporánea de España (siglo XIX). Ariel Historia, Barcelona.
Paredes J. (Coordinador) 1998. Historia contemporánea de España (siglo XX). Ariel Historia, Barcelona.
C. DOCUMENTOS
Último parte de guerra de la Guerra Civil Española, 1 de abril de 1939
Cuartel General del Generalísimo
Estado Mayor
Sección Operaciones
Parte Oficial de Guerra correspondiente al día 1º de Abril de 1939. III Año Triunfal.
En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas Nacionales sus últimos objetivos militares.
LA GUERRA HA TERMINADO
Burgos, 1º de Abril de 1939
Año de la Victoria
El Generalísimo
Francisco Franco