Recursos tecnológicos y educación
A lo largo de los apartados anteriores, ya hemos hablado de lo que significa inclusión y los procesos derivados de la misma para poder aplicarlos al aula, lo que nos ha llevado de forma irrevocable al DUA por sus múltiples beneficios y formas de actuación. En él, hemos visto como las TIC son un importante elemento de apoyo para poder trabajar la inclusión en el aula ya que nos permite usar múltiples recursos y medios que den respuesta a las necesidades individuales. Dicho esto, a lo largo de los siguientes puntos, vamos a trabajar, de forma concisa, la influencia de las TIC en educación y, de forma más específica, cómo puede aplicarse ésta en las diferentes discapacidades así como los diferentes hardwares y softwares existentes que nos permitirán o, al menos, ayudarán, a perseguir nuestras metas: poder aplicar en el aula prácticas educativas inclusivas.
1. Las TIC como garantía de inclusión
Las TIC y su avance en el ámbito científico permite que se creen e inventen dispositivos de gran utilidad y uso en el campo de la discapacidad y acceso a la información por lo que incorporar las TIC al currículo escolar como elemento de apoyo para este colectivo es sinónimo de éxito e inclusión. Por ello, consideramos importante que desde un ámbito legislativo así como político se sigan trabajando en prácticas educativas inclusivas, generando puestos de personal de apoyo y potenciando el uso de las TIC y su incorporación a programas y servicios informáticos accesibles.
Imagen 1. Recursos tecnológicos y educación
El nuevo modelo educativo que se está imponiendo en nuestras aulas es conocedor de la inversión y desarrollo que hay que realizar sobre las TIC para que el aprendizaje en nuestras aulas sea óptimo, inclusivo, equitativo, accesible y de calidad. Este hecho queda demostrado con el aumento y uso de las TIC en el aula y las numerosas inversiones que se realizan en las instituciones educativas en recursos electrónicos: pizarras digitales, Tablets, ordenadores, plataformas tecnológicas, etc.
Por ello, las TIC y su integración en el ámbito educativo a nivel general y, de forma más específica, en el proceso de aprendizaje que sigue el alumnado con discapacidad, han supuesto un proceso de reorganización y replanificación de los procesos de enseñanza aprendizaje y, consecuentemente, del currículo.
La aplicación de las TIC en el aula permite descubrir, potenciar y mejorar las habilidades y competencias del alumnado además de estimular la comunicación entre los mismo además de poder múltiples formas de acceso al contenido y, por ende, al aprendizaje. Por ello pensamos que aplicar las TIC en educación y su uso nos va a ayudar a que el alumno adquiera el logro máximo de sus capacidades y habilidades.
No obstante, no debemos olvidar que en el aula aún nos encontramos con la temida brecha digital o “e-xclusión” que ponen de manifiesto la ausencia y carencia de políticas y agendas concretas y específicas que ayuden a formar a los docentes para conseguir la inclusión en las aulas a través del uso de las TIC.
No nos vamos a detener en los múltiples beneficios e impactos positivos a nivel cognitivo, social, cultural, que suponen las TIC en educación, sin embargo, sí vamos a adentrarnos en su papel en la inclusión y accesibilidad ya que ésta ayuda a minimizar barreras y obstáculos espacio-temporales, permite acceder a libros y artículos on-line, laboratorios interactivos, permite crear comunidades de aprendizaje así como trabajar contenidos y objetivos didácticos de forma lúdica, entre otros. Sin embargo, esto siempre se genera bajo condiciones equitativas, inclusivas y de calidad.
Lo que nos lleva a pensar que dentro del marco educativo para el uso de las TIC tenemos que plantear estrategias pedagógicas alternativas que nos ayuden a construir una (Zappala, Koppel y Sushodolski, 2011, p.111):
- «Una cultura educativa en la cual todos se sientan partícipes.
- Respuestas a las necesidades educativas para las personas con barreras de aprendizaje y participación en distintos contextos.
- La promoción de alfabetizaciones múltiples.
- El aprendizaje constructivo.
- La valoración de las capacidades de todos los estudiantes.
- El sentido de comunidad, solidaridad y pertenencia plural».
Esto supone que el docente y su actitud es esencial en el uso de las TIC en el aula siendo igualmente importante las competencias que este tenga frente a ellas así como los medios y recursos disponibles para poder llevarlas a cabo en el aula a través de un proceso inclusión y accesible. En este sentido, es muy importante que el alumno se vea como co-protagonista de su propio aprendizaje ya que esto ayuda a mejorar su motivación e interés por la materia además de establecer él mismo su propio ritmo y tiempo de aprendizaje. De igual forma, debemos indicar bajo un marco inclusivo las TIC ayudan a asimilar de una forma óptima los contenidos por parte del alumnado debido a que este está en su rutina diaria y, por lo tanto, muy unido a sus intereses, gustos y motivaciones.
Sin embargo ¿qué nos puede adaptar las TIC al alumnado con discapacidad más allá de disponer de diversos recursos y adaptarse a su ritmo de aprendizaje y motivación? En primer lugar, y algo comúnmente conocido por todo es el acceso a la información, comunicación y cultura a gran escala y en diversos medios. Otro aspecto esencial es que permiten una mejor comunicación por diferentes vías entre el alumnado con discapacidad, el docente y sus compañeros así como mejorar su calidad de vida en diferentes ámbitos a través de aplicaciones que puedan orientarse hacia actividades de su vida y rutina.
Por otro lado, algo que ya hemos matizado en líneas anteriores, se consideran un importante elemento (y esencial) de apoyo al acceso al contenido, información y procesos de enseñanza-aprendizaje y, debido a su versatibilidad y flexibilidad permiten que el alumno se forme en un aprendizaje autónomo, permanente, dinámico, creativo e individual.
Tiene la posibilidad de que el alumnado realice las actividades de forma autónoma pudiendo obtener una retroalimentación inmediata y repitiendo los ejercicios tantas veces considere oportuno además de acercarle al mundo científico, cultural y académico.
Otras de sus ventajas es que son recursos visuales con un importante impacto que ayudan a que el alumnado con discapacidad cognitiva, motriz y sensorial supere sus barreras y limitaciones.
Y, para finalizar con sus ventajas, la aplicación de las TIC en un aula inclusiva permite que el alumno adquiera las competencias claves desarrollando procesos de lectoescritura, vocabulario, expresión, pensamiento lógico, cálculo, síntesis, etc.
Podemos concluir afirmando que las TIC son una herramienta y un recurso muy poderoso para su uso en el aula por las ventajas anteriormente indicadas, sin embargo, esto requiere que los docentes se encuentren en constante proceso de renovación y formación para poder emplearlas de forma correcta y dar respuesta a las necesidades del alumnado de forma eficaz.
A continuación, vamos a ver cómo podemos aplicar a las TIC a diferentes discapacidad o trastornos de forma más específica. Para ello, comenzaremos con la discapacidad cognitiva para, posteriormente abordar la discapacidad visual y auditiva, finalizando con la discapacidad motora.